«La irradiación espiritual de Teresa del Niño Jesús ha ido creciendo en la Iglesia y se ha extendido por todo el mundo. Su mensaje, a menudo sintetizado en el denominado “pequeño camino”, no es sino el camino del Evangelio de la santidad para todos. Teresa es maestra de vida espiritual gracias a una doctrina, a la vez sencilla y profunda, que ha extraído de las fuentes del Evangelio guiada por el Maestro divino, y que ha comunicado a hermanos y hermanas en la Iglesia con amplísima eficacia. Bajo la influencia del Espíritu alcanzó para sí y para los demás un profundo conocimiento de la Revelación. Descubrió así tesoros escondidos, haciendo propios palabras y episodios, como cuando al leer los textos de Pablo, intuyó su vocación al amor». (Juan Pablo II, La ciencia del amor divino).