Las páginas de este libro se podrían resumir en una sola frase: creed en el poder de la oración; en ellas se nos presenta un itinerario que va desde la oración de súplica, tan desprestigiada y tan inevitable cuando se hace "desde lo hondo", hasta la liberación del Espíritu prisionero dentro de nosotros. Orar es confesar de manera eficaz y costosa que Dios no está obligado a concedernos lo que le pidamos, aunque desea concedérnoslo todo.