El Salmo 23 presenta la ternura y la misericordia de Dios como una escolta para el ser humano. Escoltar significa acompañar para proteger o custodiar. Saber que nuestros escoltas son la ternura y la fidelidad de Dios, es decir, su misericordia, nos permite caminar confiadamente todos los días de nuestra vida, incluso cuando caminamos por cañadas oscuras o nos perdemos por senderos escabrosos. Creemos que Dios, que tiene entrañas de misericordia y es siempre fiel, asegurará nuestros pasos guiándonos por el sendero justo. Este libro permite descubrir mejor al Dios con entrañas de misericordia que nos reveló Jesús, que nos dice: «Anda, déjate querer...».