Los cristianos todavía celebran por separado la eucaristía, el testamento de Jesucristo. Por eso son tanto más significativos los perseverantes pasos intermedios del ecumenismo, que deben conducir a la comunión en la eucaristía, el sacramento de la unidad. "El hecho de que en la situación actual no sea posible, por mor de la verdad, que todos los cristianos nos reunamos en torno a la única mesa del Señor y participemos en la única Cena del Señor es una profunda herida en el cuerpo del Señor y, en el fondo, un escándalo. No podemos resignarnos a ello". En su calidad de presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Walter Kasper es el responsable de las relaciones ecuménicas del Vaticano. Este libro pone de manifiesto el vínculo existente entre la celebración de la eucaristía y la Iglesia: su dimensión espiritual, pastoral y teológica. "La comprensión de la eucaristía como sacramento de la unidad no es algo secundario e incidental: no se trata de algo que pueda afirmarse como por añadidura a las verdades dogmáticas. Al contrario, la unidad de la iglesia es aquello en aras de lo cual se celebra la eucaristía".