El apóstol Pablo, testigo privilegiado de los comienzos del cristianismo junto con los evangelistas, nos hace participar en su experiencia de Cristo resucitado, que lo ha «atrapado» y lo ha transformado en un infatigable predicador del Evangelio. Pero sus cartas, escritas hace dos mil años, no son en principio fáciles para el lector actual, desconocedor del contexto social, literario, teológico y religioso del siglo I.
Esta pequeña guía quiere proporcionar a ese lector del siglo XXI las informaciones que necesita para entender toda la hondura del mensaje paulino.