Toda comunidad parroquial debe ser orante. No se concibe una parroquia renovada sin el cultivo asiduo de la oración. Esto exige aprender y enseñar a orar, y seguir un itinerario de oración comunitaria a lo largo de todo el año. Es lo que propone y ofrece este libro sencillo y práctico, con unas iniciativas y unos subsidios muy normales y asequibles, pero poco comunes.
Libros de este estilo no deben faltar en las parroquias; tampoco en las pequeñas comunidades o grupos cristianos, ni en los centros de formación religiosa.