La Iglesia no es simplemente una organización o estructura a la que se entra pagando o manteniendo una suscripción, sin importar que se partícipe activamente o no. El texto-base del Congreso subraya cómo el tema de la comunión habla al corazón de nuestra identidad y misión como cristianos. Es de vital importancia el momento en el que las relaciones interpersonales y los vínculos sociales disminuyen. En el plan de Dios la Iglesia está llamada a ser signo e instrumento, en Cristo, para la unidad del pueblo con Dios y de unos con otros, como leemos en la constitución Lumen gentium. El documento señala que en la Eucaristía descubrimos el código genético de la comunión, que se halla en el corazón de la identidad de la Iglesia. Igualmente recuerda que ,las rupturas en la comunión del cuerpo de Cristo hieren el corazón de la misión evangelizadora de la Iglesia.