«Estas intervenciones de don Giussani ponen de manifiesto qué puede ser el cristianismo cuando dialoga con las necesidades del hombre. Él nos enseña a verificar qué acontece cuando vivimos nuestras exigencias humanas poniéndolas en relación con Cristo: se realiza una exaltación de nuestro yo y un amor a Él, como polos de la vida de la criatura nueva que nace del Bautismo. ¿Qué hay más deseable que esta familiaridad con Cristo, que responde a la profundidad del deseo infinito de cada hombre y nos pone en las mejores condiciones para entrar en la realidad » (Del prólogo de Julián Carrón)