Este libro de P. Tillard, continuación de otros dos ya publicados (Religiosos, hoy, Mensajero, Bilbao, 1969 y Religiosos, un camino de Evangelio, Claretianas, Madrid, 1975), se publica con el mismo espíritu y con la misma intención y se refiere a lo que ha dado en llamarse la vida religiosa apostólica. Desde hace veinte años, el mundo ha cambiado. También los religosos. Saliendo del marco tradicional de sus obras, muchos de ellos han adoptado una profesión o un oficio en el corazón de la ciudad seclar. En el sector, cada día más vasto y complejo, de la sanidad, se encuentran día tras día con la vida y con la muerte. Las misiones a tierras lejanas han dejado paso a un intercambio entre iglesias locales, en una participación común en la misión de la Igleisa. Estas taeas las realizan los religiosos con otras personas, dentro de un gran esfuerzo colectivo que pretende vivir diariamente las esperanzas y las inquietudes de los hombres. Pero ¿cómo NO SER DEL MUNDO EN EL MUNDO? Para muchos, su esperanza no se apoya en el poder de este mundo, sino en la fuerza que proviene de Dios. Sólo Dios y su Evangelio pueden transformar en este sentido los corazones que también el mundo trata de transformar: porque si no se transforman los corazones, todo seguirá siendo precario y la angustia no se disipará: el mañana puede ser aún peor que el hoy. Las reflexiones que este libro nos ofrece ponen su acento en la intención teologal que unifica la consagración religosa, la oración y el compromiso apostólico.
