A la sombra de las ideas cambiantes que se acumulan en nuestra mentese esconde una virtud capaz de romper las barreras que nos entorpeceny hacernos descubrir nuevas latitudes: su nombre es «simplicidad».Lasimplicidad encuaderna las páginas de la vida, armoniza la trama denuestras vidas, respetando siempre su complejidad. Una personasencilla está abierta a la riqueza de lo posible; lo que posee o loque hace apenas la frenan, nada podría interponerse en su camino hacia la inmensidad.No hay ninguna receta para la simplicidad, y nadiepodría inventarla nunca. Este arte no se resume en un método listopara usar, sino que se descubre recorriendo los caminos de la libertad interior, más allá de las fronteras de la angustia que suelen impedir nuestro desarrollo espiritual. Cuando emprendemos un viaje en buscade la simplicidad, esta se nos ofrece de manera inesperada, y elfuturo se tiñe de esperanza